El Parlamento Europeo ha aprobado una batería de medidas cuyo objetivo es reducir la mortalidad vial en un 20 por ciento. Una de ellas es que, a partir de 2022, todos los turismos nuevos que se comercialicen dentro de la Unión Europea tendrán que incluir un dispositivo de alerta para avisar al conductor del límite de velocidad establecido para el tramo que corresponda. Una iniciativa que se extenderá al conjunto del parque móvil en 2024, tal y como ha informado la Dirección General de Tráfico (DGT).

¿Cómo funciona el dispositivo de alerta para el límite de velocidad?

El dispositivo, denominado Asistente Inteligente de Velocidad (ISA, por sus siglas en inglés) utilizará unas cámaras para detectar las señales y un GPS que estará conectado a la base de datos de la DGT.

Cuando el conductor arranque el vehículo, tendrá que encender también el limitador, que le avisará en todo momento de la velocidad máxima a la que debería de circular en función de los límites establecidos y las circunstancias de la vía.

No obstante, será el propio conductor quién tome la última decisión. Incluso podrá desactivar el dispositivo cuando quiera.

Bien es cierto que los conductores ya pueden saber cuál es el límite de velocidad que indican las señales de la vía y la velocidad a la que se están desplazando y, por ende, si están infringiendo la ley o no.

Sin embargo, está demostrado que las alertas sonoras son efectivas en muchos casos. Un buen ejemplo de ello es la molesta señal acústica constante y creciente que recuerda que debemos ponernos el cinturón, cuya eficacia ha quedado sobradamente demostrada.

La nueva normativa aprobada por la Eurocámara obligará también a los coches a llevar sistemas de frenado inteligente, dispositivos de advertencia por distracción, detección de marcha atrás, o alcoholímetros anti arranque, entre otros.

Velocidad inadecuada: una de las principales infracciones de tráfico en España

La DGT ya había propuesto hace un año que los limitadores de velocidad fueran obligatorios con el objetivo de poner freno a uno de los principales problemas de seguridad vial en nuestro país: la velocidad inadecuada.

Esta infracción es una de las que genera unmayor número de accidentes con víctimas mortales. Más incluso que conducir bajo los efectos del alcohol. Solo le superan las distracciones al volante.

Por el momento, parece que la instalación de radares no ha conseguido disuadir a los conductores infractores de pisar en exceso el acelerador, dadas sus limitaciones que tienen estos artefactos por circunscribirse a puntos muy concretos.

Nuevos límites de velocidad

Además del dispositivo para alertar del límite de velocidad, la DGT ha anunciado que se modificarán de forma progresiva los límites en carreteras y ciudades para amoldarse a lo que las organizaciones internacionales consideran como “sistema seguro”, es decir, a lo que podría tolerar el cuerpo humano en caso de accidente: 30 kilómetros por hora en los núcleos urbanos y 70 km/h en las carreteras convencionales que no tengan separación entre carriles.

En este sentido, la DGT ya está trabajando en la nueva normativa que impondrá los 30 km/h como velocidad genérica dentro de las ciudades, pudiendo superar dicho límite en tramos determinados. Respecto a la limitación de 70 km/h en carreteras, aún no se ha concretado nada.

Lo que sí está en marcha es la reducción de velocidad de 100 a 90 km/h en las carreteras convencionales, en vigor desde enero de 2019.