¿No has oído hablar del efecto elefante? La DGT lo recuerda a menudo en sus consejos e infografías para colaborar en la concienciación del uso del cinturón de seguridad a la hora de subirnos a un vehículo.

Erróneamente se puede pensar que, si los pasajeros de atrás no se ponen el dispositivo de retención, ellos son los únicos en riesgo y los que pagarán las consecuencias en caso de accidente. Sin embargo, no es así, porque en estos casos se produce el efecto elefante.

Al ir sin cinturón, los pasajeros de la parte trasera del coche, con un frenazo o en una colisión frontal no quedan sujetos en sus asientos, por lo que salen despedidos para impactar con el conductor y/o el copiloto, según en el lado del vehículo que vayan.

Con el cinturón de seguridad delante o detrás no evitas la colisión, pero minimizas riesgos y las consecuencias son siempre menores. Sin embargo, solo el seguro de coche más completo en coberturas es infalible cuando se da lugar a siniestro.

¿Por qué se habla de efecto elefante?

El efecto elefante se ha llamado así porque los viajeros traseros que van sin cinturón, en caso de choque, se convierten en elefantes para el conductor y el acompañante, por fuerza y por peso.

En caso de salir despedidos desde la parte trasera al viajar sin retención, lo hacen a una fuerza muy superior a la suya y más semejantes a la de un paquidermo. Desde la DGT se calcula que una persona detrás y sin cinturón multiplica su peso por la velocidad a la que se sufra el siniestro y con esa fuerza impactan contra el asiento que tienen delante.

Un ejemplo práctico de la fórmula del efecto elefante demuestra lo peligroso que resulta. Un pasajero de 75 kilos en un coche que circula a 60 kilómetros por hora, sale despedido con una fuerza de 4.200 kilogramos, es decir, 4 toneladas y 200 kilos.

Contra el efecto elefante poco o nada pueden hacer los airbags previstos para frenar y amortiguar el movimiento del conductor como consecuencia de un impacto. La fuerza a la que impactan es tal que ni el airbag es capaz de frenar la potencia.

¿Qué ocurre en caso de accidente de tráfico?

Para evitar el efecto elefante, tus propias lesiones y además, no arriesgarte a ser multado puesto que el uso del cinturón de seguridad es obligatorio desde 1992, la solución es sencilla: ponte siempre el cinturón con independencia del lugar que ocupes en un vehículo, incluso estando embarazada.

Aunque tu coche sea muy antiguo, recuerda que puedes instalar cinturones nuevos donde sea preciso y si eres el conductor, los expertos en seguridad vial recomiendan, tener como costumbre antes de arrancar, recordar en voz alta a todos los pasajeros que comprueben el buen estado del cinturón y que lo han abrochado de forma correcta.