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La función de la batería de la moto es acumular la energía eléctrica que necesitamos para que arranque el motor. La principal diferencia con la batería de los coches es que contiene menos energía en su interior por su inferior tamaño.

También conviene saber qué tipo de batería de moto necesitas, ya que los fabricantes son los que deciden y dejan poco margen de maniobra para tu elección. Los tipos son innumerables; sin embargo, podemos generalizar con tres tipos fundamentales que desarrollamos a continuación:

Principales tipos de batería

Batería con ácido sin sellar con mantenimiento

Es la batería por excelencia, la más típica y común. Llevan tapones encima a través de los cuáles se le echa el electrolito que hace reaccionar a la batería en un proceso químico entre dos placas de plomo. El electrolito puede llegar a evaporarse, por lo que cada cierto tiempo debemos comprobar el nivel del ácido y asegurarnos de que esté entre el mínimo y el máximo indicado por unas marcas de referencia en la misma batería.

Si esto no se hace, la batería puede perder eficacia o incluso dejar de funcionar. Otras principales características de esta batería son que la revisión se debe efectuar cada 5.000 km o cada 6 meses, no utilizar agua del grifo porque puede ser perjudicial por los minerales, sólo se pueden situar en posición vertical, son más baratas y para su puesta en marcha solo hay que rellenarla del ácido y esperar dos horas antes de arrancar la moto.

Batería sin ácido selladas con mantenimiento

Son baterías básicas sin mantenimiento que están fabricadas con separadores AGM (Absorbed Glass Mat) de fibra micro porosa, con lo que el ácido queda inmovilizado en el separador. Estas piezas se recargan una vez y ya no hay que volver a abrirlas, por lo que esto las hace más cómodas. El agua necesaria para el proceso químico se genera con los elementos químicos de las placas. Por este motivo, la batería no necesita agua y no debe ser abierta.

El único mantenimiento que necesita esta batería de moto es que se compruebe el estado de sus bornes y evitar que se cargue rápido. Sus placas están compuestas de aleaciones de calcio y pueden estar cargadas también en seco.

Batería de gel sin mantenimiento:

Este tipo de batería de moto tiene un funcionamiento parecido al de una pila, es decir, hablando de una forma más coloquial, la colocas y a funcionar. La batería de gel trabaja con un compuesto de silicona que se agrega al electrolito, lo que provoca que el líquido se vuelva una masa sólida como gelatina. Si esta batería se rompe, no hay posibilidad de derrame de líquido; esto hace que sea mucho más cómoda que el resto. Son las piezas más modernas y más caras del mercado.

Se usan mucho en motos de pequeña o mediana cilindrada porque permiten un montaje muy libre al no necesitar estar verticales ni ventiladas. El gel las hace teóricamente resistentes a las vibraciones, pero su capacidad de corriente en el arranque no es alta. Como dato importante, las baterías de gel para tener un desempeño óptimo deben cargarse con un voltaje de 13.8 a 14.1 voltios; la mayoría de los reguladores de los alternadores cargan las baterías con un voltaje superior, por lo que habrá que calibrar o cambiar el regulador para obtener una durabilidad superior y un óptimo desempeño.

Éstos son los tipos de baterías de moto que existen y es una información muy interesante al elegir moto pues conviene escoger la que mejor se adapte a nuestra predisposición a mantenerlas, al igual que nuestro Seguro de Moto MAPFRE, que se adaptan para cumplir las necesidades de nuestros clientes.