Qué color de moto es mejor: pros y contras de cada uno
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El significado de los colores en el mundo del motor es muy importante, y no solo por la asociación que se pueda dar debido a acciones publicitarias de la marca, sino porque el color también influye en la seguridad del conductor, por ejemplo.
¿Qué ventajas tiene un color de moto sobre otros?
Los expertos recomiendan elegir siempre una moto que te guste, igual que harías con un coche o con una camisa. Sin embargo, es cierto que hay personas que dan importancia a otras cuestiones o siguen otras pautas para elegir el color de sus motos. En este caso tienes que tener en cuenta algunos detalles sobre los colores y las motos.
Negro, elegante
Una moto negra es tradicionalmente una moto elegante, potente y de alta gama en muchos casos, especialmente si pensamos en referentes del cine o la televisión. El referente más popular para este tono es el tipo custom y más concretamente las Harley Davidson.
Desde un punto de vista práctico, las motos negras son menos visibles en carretera y en rutas urbanas, especialmente por la noche y en lugares mal iluminados. Hay estudios que confirman que las motos de color negro están más involucradas en accidentes relacionados con la falta de visibilidad que tiene en carretera.
Blanca, un color práctico
Mientras que los coches blancos están de moda desde hace un par de años, no es un color que se asocie demasiado a las motos, salvo si hablamos de ciclomotores, la mítica Vespa se asocia con el color blanco. Es cierto que también con otros colores, pero si es verdad, que el cine ha hecho que este tipo de motos se pinte en la imaginación de muchos de color blanco.
Si estás pensando en comprarte una moto blanca o pintar la tuya, es cierto que vas a conseguir un vehículo más visible en carretera y también fácil de igualar en pintura, si tienes algún golpe o arañazo. El blanco se asocia con pureza y en el caso de las motos, con conductores prácticos y que gustan de líneas básicas.
Rojo, potencia
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Igual que ocurre con los coches, las motos rojas son competición, potencia y velocidad en un contexto clásico. Ducati es el referente para motos de este color, aunque hay otros fabricantes que también emplean el rojo para sus escudos o logotipos.
Si te compras una moto roja, no pasarás desapercibido, puesto que es llamativo y brillante. Ahora el rojo también está muy de moda en motos de poca cilindrada porque resulta alegre y muy divertido. Es un color clásico que nunca pasará de moda.
Amarillo, máxima visibilidad
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No hay muchas motos amarillas circulando, sin embargo, sí es más habitual en el sector de las trail o cross, también las más juveniles como los scooters y actuales como las eléctricas se atreven con el amarillo. Para algunas personas y en diversas culturas el amarillo es un color de mala suerte al igual que en el ámbito del teatro.
Una moto amarilla, sin embargo, es la más segura en cuanto a visibilidad frente al resto de usuarios de la vía. Es un color que puede detectarse a más distancia y con poca o nula iluminación. ¿Un fabricante de referencia para este color? Sin duda, Suzuki.
Azules siempre con blanco
¿Una moto azul? Es fácil que estés pensando en la Suzuki GSX-R ya que es, sin duda, la más famosa y popular de las motos en este color, su combinación con el blanco ha hecho que tantos motoristas busquen estos mismos tonos para transmitir firmeza y decisión. La casa Yamaha también se asocia con el color azul pues muchos de sus modelos más populares son de este color.
Fuera del mundo del motor, el azul se relaciona con la calma y la seguridad, pero en este caso, no es la misma sensación que transmite una motocicleta de este color que marca estilo, personalidad y mucha fortaleza. En el taller el azul no es un color complicado, aunque si es cierto que existen muchas y variadas tonalidades.
Naranja, gusto por el riesgo
La energía es siempre de color naranja lo que explica que sea un color que sí gusta en las motos. Los psicólogos sostienen que una persona que prefiere el naranja es capaz de asumir riesgos y se relaciona fácilmente con otras personas.
La marca KTM volvió al panorama del motor en 1994 y eligió el color naranja para esta nueva etapa, los resultados han sido excelentes por lo que se confirma que el naranja es un color que sí combina bien con la velocidad.
Verde
No era un color de moto hasta 1968, cuando se unió por siempre y sin posibilidad de disolución a la marca Kawasaki. El verde suele corresponderse con la naturaleza, medio ambiente y esperanza, pero más adelante, la marca japonesa Kawasaki también empezó a identificarse con velocidad y motor. Se utilizó como reclamo publicitario para diferenciarse de sus competidores y lo consiguió.
Hay más motos verdes como Triumph “triples” o algunas motos de cross, pero no es un color habitual en scooter ni ciclomotores, por ejemplo.
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