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España es el país de la Unión Europea (UE) que menos cobra por utilizar autopistas y autovías. De hecho, el 15% de las vías de alta capacidad españolas tienen peajes, frente al 79% de Francia, el 86% de Italia o el 100% de Alemania, Portugal y el resto de los países comunitarios.

Razones para abaratar el peaje para motos

No obstante, a diferencia de lo que ocurre con nuestros vecinos europeos, en España la moto paga el mismo peaje que el coche, a pesar de que el desgaste que causa en la vía es mucho menor.

Recordemos que los fondos recaudados en las autopistas de peajes sirven para amortizar las inversiones realizadas por el Estado o las empresas concesionarias para crear este tipo de vías, así como para su mantenimiento. Por tanto, lo más lógico sería pensar que, a mayor deterioro causado, mayor debería ser la tarifa.

Sin embargo, a pesar de que las motos, dada su estructura y peso, desgastan mucho menos que cualquier otro vehículo, entran en la misma categoría tarifaria que los coches y los microbuses, y todo apunta a que la situación no va a cambiar. Ya intentó hacerlo la Plataforma Motera para la Seguridad Vial (PMSV).

La asociación de moteros lleva varios años reclamando una «tarificación especifica acorde a nuestro vehículo, por su peso, menor contaminación, y menor desgaste de viales«, pero lo cierto es que, a día de hoy, aún no han encontrado una respuesta a sus peticiones.

La iniciativa, llevada por UPyD al Congreso como una proposición no de ley, señalaba que con un peaje más barato para las motos se podría mitigar la siniestralidad y la congestión del tráfico.

Además, sería una solución para reducir el impacto medioambiental, ya que las motos emiten menos del 12 por ciento de las emisiones totales de óxido de nitrógeno y dióxido de nitrógeno, frente al 85 por ciento de los vehículos más pesados. Sin embargo, no obtuvo el respaldo necesario para salir adelante.

El ejemplo europeo: peajes más baratos para motos

Esta situación de desproporción que viven las motos en nuestro país no tiene nada que ver con lo que se hace en el resto de los países comunitarios.

En Italia, por ejemplo, las motos que hacen uso del telepeaje -siempre que cumplan con una serie de requisitos- tienen un 30 por ciento de descuento en la tarifa.

En Francia la tasa varía en función de la naturaleza del vehículo. Así, las motos forman parte de una categoría propia (Clase 5) que conlleva una serie de ventajas, entre ellas, una reducción de entre un 30 y un 50 por ciento del peaje con respecto a los coches.

En otros países, el abono del peaje no se realiza in situ, sino a través de una especie de licencia abonada de forma fija a lo largo de un periodo de tiempo. Lo que se conoce como modelo “viñeta”. En estos casos, las motos también tienen descuentos.

En Austria, por ejemplo, la viñeta más común es la anual, cuyo precio para los coches es de 89,2 euros al año, mientras que para las dos ruedas es de 35,5 euros.

En definitiva, no cabe duda de que, en España, encontrar una tarifa más justa y equilibrada para las motos es, todavía, una asignatura pendiente.