Quienes han adquirido un BMW Serie 3 disfrutan, sin dudas, de uno de los modelos del segmento D de las berlinas medias más preciado.

A pesar de ello, con el objetivo de las ventas entre los clientes particulares y de empresas, BMW sacó al mercado una nueva versión de dicho modelo. Guiándose por una potencia baja, un equipamiento especial y un precio más asequible, el BMW 316d vio la luz adaptándose a tres series especiales: Essential Edition, Essential Edition plus o Edition Sport.

Un BMW polivalente y para todos los públicos

Este modelo conservaba el mismo motor del BMW 320d y del 318d, pero con una menor potencia de 116 CV. Así, en la prueba del BMW 316d, respondemos a la cuestión: ¿son suficientes 116 CV para un BMW Serie 3?

Quizás, a primera vista, su presentación era algo débil con 116 CV disponibles a 4.000 rpm. Sin embargo, como siempre que hablamos de un coche diésel, no debemos fijarnos en la referencia de la cifra de potencia máxima, sino que tenemos que ver que lo realmente importante de este motor 2.0 es su par máximo de 260 Nm constante desde 1.750 rpm a 2.500 rpm, que es justo el abanico de revoluciones en el que se mueve un diésel en conducción normal.

Así, teniendo en cuenta estos valores, la sensación de empuje cuando se conduce a velocidades normales es aceptable. Junto a ello, sus seis velocidades permiten tener, en todo momento, el desarrollo correcto para alcanzar la potencia justa del coche y conseguir que en tráfico normal no se caracterice por su lentitud.

Sin embargo, si lo conducimos en autopista donde se alcanza una mayor velocidad, comenzaremos a notar su falta de potencia respecto a otros modelos de BMW. Las cifras de prestaciones apoyan nuestras impresiones, con una velocidad máxima de 202 km/h, pero a partir de 150 km/h acelera muy despacio. Desde parado, en cambio, tiene una aceleración digna, alcanzando los 100 km/h en 10,9 s.

BMW 316: consumo reducido

Este coche, gracias a su consumo combinado de 4,4 litros/100 km y unas emisiones de 114 g/km de CO2, permite un ahorro en impuestos y también a la hora de asegurarlo. Aunque dichos datos son los anunciados, pero a la hora de comprobarlo suben un poco: una media de 6 litros/100 km en recorridos mixtos a velocidades tranquilas, pudiendo bajar a menos a 4,5 l/100 km en autopista si no se rebasan los límites.

En cuanto al público más indicado para este modelo podemos destacar comerciales o representantes que realicen muchos kilómetros en carretera. Con este coche podrán sacar el máximo partido a los bajos consumos y además beneficiarse de una imagen exclusiva.

Del mismo modo, el BMW 316d también es el coche idóneo para los conductores más tranquilos que les guste conducir a velocidades más bajas la mayor parte del tiempo. Aunque si eres un conductor que buscas más potencia y que esté mucho más preparado para viajar con carga, el BMW 318d es posiblemente la mejor alternativa.

Siguiendo las características de la Serie 3, el BMW 316d también cuenta con un carácter ágil al volante, un comportamiento dinámico en curvas y una sensación de tren delantero ligero y eficaz, mejorado por las llantas de 17 pulgadas de esta versión que aumentan el agarre y mantienen buena comodidad. Su interior es bastante amplio y cuenta con maletero de 480 litros. En el salpicadero podemos apreciar una excelente calidad.

Después de conocer esta prueba del BMW 316d y saber si son realmente suficientes 116 CV, si tienes la oportunidad de conducir este coche, no dudes en hacerlo acompañado de tu Seguro de Coche MAPFRE. ¡Infórmate de todas las coberturas que ponemos a tu alcance!