Para poder circular con nuestro vehículo, existen componentes que son fundamentales. Uno de estos es la transmisión, que será la encargada de transmitir el movimiento generado por el motor a las ruedas para que el vehículo pueda avanzar. Por tanto, es necesario que este mecanismo de nuestro coche esté siempre en buenas condiciones.

Debido a que es un elemento que se encuentra en constante funcionamiento necesita un mantenimiento adecuado de todas sus partes. En esta ocasión, queremos destacar los fuelles de transmisión que serán una pieza clave para el buen funcionamiento de tu vehículo.

¿Qué son los fuelles de transmisión?

Los fuelles forman parte de la transmisión de nuestro vehículo y por tanto serán esenciales para garantizar el movimiento de los mismos. Estas piezas se usan para cubrir las juntas de lubricación situadas en esta zona del coche y evitar así que la grasa se pierda provocando su deterioro en poco tiempo.

Aunque muchos vehículos cuentan con varios fuelles en distintas partes de la transmisión, lo normal es que estos se encuentren situados en el árbol de transmisión y en los palieres. Estas piezas están equipadas con juntas homocinéticas destinadas a transmitir el giro entre ambos ejes.

Así, los vehículos contarán con dos fuelles de transmisión por palier, uno para cubrir la junta homocinética de la rueda y otro para la junta del lado del diferencial.

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Estos fuelles, debido a que se utilizan en el sistema de trasmisión, tan solo se encontrarán en las ruedas motrices, es decir, en las que proporcionan tracción a tu vehículo. Por lo que si este es de tracción delantera, estarán situados en esta parte del automóvil; si es de tracción trasera, estarán en la parte posterior; y si es a las cuatro ruedas, estarán en los dos ejes.

Su función dentro de la transmisión del vehículo es tremendamente importante y su deterioro puede provocar averías muy graves en tu vehículo. La mejor opción es que siempre realices revisiones en tu coche acudiendo a talleres oficiales, como los incluidos en la red de asistencia de tu Seguro de Coche MAPFRE, para conservar tu coche siempre en buen estado.

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Averías que pueden provocar unos fuelles en mal estado

Como hemos señalado, los fuelles en mal estado pueden provocar averías graves en tu coche que pueden suponerte desembolsar más dinero del que esperabas. Debes tener en cuenta, que los fuelles son baratos (entre 50 y 100 euros), por lo que conservarlos correctamente te evitará muchos dolores de cabeza.

Algunos de los problemas que pueden surgir en tu vehículo si el fuelle está roto es que la junta homocinética se deteriore al no mantenerse correctamente engrasada. Esto provocará que se doblen los palieres, algo que, si se deja mucho tiempo, podría desembocar en daños en el diferencial de tu coche con su correspondiente gasto económico.

Circular con un fuelle roto se considera una falta muy grave y será motivo para no pasar la Inspección Técnica del Vehículo (ITV). Para evitar que te ocurra esto y tengas que volver a repetir los trámites, nada mejor que sustituirlo en el momento en el que se haya roto. Así evitarás problemas innecesarios.

Si quieres evitar esta situación, además de acudir al taller para realizar las revisiones periódicas de tu vehículo, tienes que observar las señales que puede darte tu coche. Un fuelle roto suele manifestarse con manchas de grasa en el suelo en las llantas del automóvil.

Si ha transcurrido tiempo, las juntas comenzarán a dañarse provocando fricción por lo que podrás escuchar un sonido de golpes secos cuando gires las ruedas de tu coche.