Cada vez más vehículos incorporan sistemas avanzados que permiten mejorar el rendimiento del motor sin comprometer el consumo. Entre ellos, el turbo es uno de los más valorados por su capacidad para ofrecer mayor potencia y eficiencia. En este artículo, te explicamos qué es el turbo, cómo funciona y qué elementos lo componen, además de las averías más comunes que pueden afectar su funcionamiento.
¿Qué es el turbo y cómo funciona?
El turbo es un dispositivo que aprovecha los gases del escape para aumentar la potencia del motor. Se sitúa entre el colector de escape y el tubo de escape, y está formado por dos turbinas conectadas por un eje. Los gases de escape hacen girar estas turbinas, que a su vez comprimen aire del exterior y lo introducen en los cilindros, lo que permite una combustión más eficiente.
Este proceso no solo incrementa la potencia, sino que también contribuye a una reducción del consumo de combustible y de las emisiones contaminantes.
Para mejorar su rendimiento, el aire aspirado se comprime y pasa por un intercambiador de calor, también llamado intercooler, que reduce su temperatura antes de entrar en el motor, aumentando así su densidad y optimizando el rendimiento.
¿Cuáles son los principales componentes del turbo?
A continuación, repasamos las partes que forman el sistema turbo y cuál es su función en el conjunto del motor:
Turbina
La turbina aprovecha la energía de los gases de escape para girar. Gracias a sus álabes de geometría variable, se adapta a diferentes regímenes de revoluciones, mejorando el rendimiento tanto a bajas como a altas velocidades.
Eje
Conecta la turbina de escape con la de admisión. Este eje gira sobre casquillos lubricados, por lo que es fundamental mantener una buena lubricación para evitar desgastes o roturas.
Compresor
La turbina de admisión actúa como un ventilador que aspira y comprime el aire exterior, dirigiéndolo al colector de admisión y posteriormente a los cilindros. Esto permite introducir una mayor cantidad de oxígeno en el proceso de combustión.
Válvula de descarga (Wastegate)
Su función es regular la presión del turbo, liberando el exceso de gases hacia el escape cuando se alcanza el nivel máximo permitido, evitando daños en el motor.
Válvula de alivio (Blow-off)
Evita la sobrepresión cuando se cierra repentinamente la mariposa de admisión, protegiendo así los conductos del turbo ante posibles daños por inercia.
Intercooler
Este intercambiador de calor enfría el aire comprimido que sale del turbo antes de entrar al motor. Al reducir su temperatura, el aire se densifica, lo que mejora el rendimiento de la combustión.

https://cutt.ly/0TWJSwn
¿Cuáles son las averías más frecuentes en el turbo?
Aunque el turbo está diseñado para durar muchos años, ciertos factores pueden provocar fallos. Estas son algunas de las averías más comunes:
Rotura en la válvula del turbo
Una válvula defectuosa hace que la presión de entrada sea irregular, lo que provoca una notable pérdida de potencia. El coche responde de forma lenta o errática al acelerar.
Fugas de presión
Los manguitos y abrazaderas del turbo pueden aflojarse o romperse por el calor y la presión. Esto causa pérdidas de presión y el característico silbido al acelerar, además de una bajada de rendimiento.
Turbo agarrotado
La acumulación de carbonilla por un uso inadecuado del motor puede hacer que el turbo se quede agarrotado. El resultado: potencia reducida y encendido del testigo de fallo de motor.
Avería en el eje del turbo
Una lubricación insuficiente puede provocar el desgaste o rotura del eje que conecta ambas turbinas. Los síntomas más habituales son ruidos metálicos al acelerar y pérdida de potencia.
¿Cómo cuidar el turbo de tu coche?
Un mantenimiento adecuado es clave para garantizar la durabilidad del turbo. Utiliza siempre el aceite recomendado por el fabricante y respeta los intervalos de cambio de aceite y filtros. También es aconsejable esperar unos segundos tras arrancar o antes de apagar el motor para evitar daños por falta de lubricación o sobrecalentamiento.
Si detectas alguno de los síntomas mencionados, acude cuanto antes a un taller especializado. Ignorar estos fallos puede provocar daños severos en el motor y un elevado coste de reparación. Conocer a fondo el funcionamiento del turbo puede ayudarte a detectar fallos a tiempo, pero la mejor forma de proteger tu vehículo es contar con un seguro completo. El Seguro de Coche MAPFRE incluye la cobertura de libre elección de taller, para que puedas confiar tu coche al mecánico que tú elijas, en tu taller de confianza u optar por nuestros talleres distinguidos o centros del Automóvil.










Comentarios (0)