Según la Organización Mundial de Salud (OMS), los accidentes de tráfico son la segunda causa de muerte a nivel mundial entre jóvenes (de 5 a 29 años). En España, los datos más recientes de la Dirección General de Tráfico indican que fallecieron 1.154 personas en siniestros en vías interurbanas, 14 más que el año anterior. Además, en el ámbito urbano, hubo 488 fallecidos en 2024, una cifra que representa un descenso del 6 % respecto a 2023. Por tanto, aunque la cifra global es alarmante, se observa cierta estabilización en la siniestralidad vial. Urge, por tanto, conocer los peligros y las consecuencias de las acciones al volante para reducir las cifras de siniestralidad.
Las 5 negligencias más peligrosas en Seguridad Vial
Nadie está libre de cometer errores de seguridad vial en algún momento, poniendo en peligro tu propia vida y la de los demás, pero debes tener en cuenta que hay negligencias que pueden ser más peligrosas que otras y que se producen con demasiada frecuencia. Así, durante el 2024 se registraron un total de 1.040 siniestros mortales en vías interurbanas, que provocaron 1.154 fallecidos, y 4.634 heridos graves provocados por distintos factores.
Distracciones al volante
Las distracciones siguen siendo la primera causa de los accidentes mortales en España. Según la DGT, una de cada tres muertes en carretera está relacionada con una distracción. La principal culpable es el uso del teléfono móvil, que continúa aumentando a pesar de las campañas de concienciación.
En 2024, la DGT tramitó más de 130.000 sanciones por manipular el móvil durante la conducción. Mirar una notificación, leer un mensaje o contestar una llamada mientras se conduce supone apartar la vista de la carretera durante unos segundos. Se trata de un riesgo que puede evitarse fácilmente y que ayudaría a reducir la siniestralidad anual. Debes tener en cuenta de que además, el uso del móvil en el coche conlleva una pérdida de seis puntos del carné de conducir y una multa económica de 200€.
Velocidad inadecuada
Conducir a una velocidad inadecuada, ya sea excesiva o sin adaptarse a las condiciones de la vía, se presenta como una de las principales causas de siniestralidad. Según los datos de la DGT, la velocidad está presente en casi el 30 % de los accidentes mortales. Conducimos más deprisa, y el exceso de velocidad reduce el campo de visión periférica (efecto túnel), acorta el tiempo de reacción y multiplica la fuerza del impacto en caso de colisión. Según los últimos informes de la Dirección General de Tráfico y estudios europeos tipo ESRA, alrededor del 60 % de los conductores españoles reconoce superar los límites en autopistas y autovías, el 58,8 % en carreteras convencionales y cerca del 49,7 % en zonas urbanas. Cifras que sitúan a España por encima de la media europea en autodeclaración de exceso de velocidad.
Consumo de alcohol
A pesar de todas las campañas de concienciación y los controles, el consumo de alcohol sigue siendo uno de los factores más presentes en los accidentes mortales en nuestro país. Por ejemplo, en 2024, los datos indican que más de una cuarta parte de los conductores fallecidos en siniestros de tráfico dio positivo en la prueba de alcoholemia.
El alcohol y el volante no son buenos compañeros, ya que con niveles superiores a 0,5 g/l, el alcohol provoca pérdida de reflejos, exceso de confianza, alteraciones en la percepción del riesgo y menor capacidad de reacción. Por otro lado, además de poner en peligro tu vida y la de los demás, conducir bajo los efectos del alcohol lleva aparejadas penas de prisión, retirada del carné y sanciones económicas.
Cansancio o sueño
El cansancio y la somnolencia se encuentran detrás de alrededor del 15 % de los fallecimientos en carretera. Conducir sin haber dormido lo suficiente genera los mismos efectos que hacerlo bajo los efectos del alcohol: falta de atención, visión borrosa, lentitud de reflejos y micro sueños. Así, dormir menos de cinco horas y media incrementa notablemente el riesgo de sufrir un siniestro. Si has dormido mal es mejor que no conduzcas, ya que incluso en desplazamientos cortos puede ser fatal si el conductor se queda dormido unos segundos.
No respetar la prioridad
No respetar la prioridad se considera como una infracción grave y los estudios e informes técnicos más recientes muestran que no respetar la prioridad aparece como factor concurrente en aproximadamente el 11–17 % de los accidentes con víctimas. Las colisiones en intersecciones o rotondas se deben en muchos casos a que los conductores no ceden el paso o ignoran las señales de preferencia. La Ley de Tráfico y Seguridad Vial establece que ningún conductor puede entrar en una intersección si puede quedar detenido dentro de ella, obstaculizando la circulación. Aun teniendo prioridad, es imprescindible que extremes la precaución, especialmente en entornos urbanos y de noche. Los peatones son las víctimas más vulnerables en estos casos, por lo que respetar su prioridad es una obligación moral además de legal.
Evitar distracciones, respetar los límites de velocidad o no conducir con sueño salva vidas. Pero si ocurre un imprevisto en carretera, contar con un respaldo adecuado marca la diferencia. El Seguro de Coche MAPFRE te ofrece la cobertura de asistencia en viaje desde el kilómetro 0, estés donde estés y las 24 horas del día.










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