Tiempo de lectura: 3 minutos

Viajar con la casa a cuestas es una experiencia única que potencia una nueva forma de conocer mundo y disfrutar de las vacaciones. Aporta libertad, improvisación, permite dormir en sitios maravillosos y no tener que estar sujeto a restricciones horarias. Además, para viajar en familia, tiene innumerables ventajas.

Sin embargo, adentrarse en la «familia camper» no es fácil, ya que hay que tomar muchas decisiones que marcarán los futuros viajes. Además de elegir la furgoneta adecuada, hay que decidir si es mejor comprar la camper preparada o camperizarla uno mismo, y saber lo que se necesita antes de echar a rodar. Si eres novato en esta materia, no te preocupes, porque con estas nociones lo tendrás más fácil.

Qué tener en cuenta al comprar una furgoneta para camperizar

Vista trasera de una furgoneta camper amarilla circulando por un camino

¿Furgoneta grande o pequeña?

Antes de apostar por el “caballo grande, ande o no ande”, medita bien tus necesidades.

Es cierto que un vehículo de grandes dimensiones da mucho más juego a la hora de viajar. Un buen ejemplo de ello son Citroën Jumper o Fiat Ducato.

Pero si vas a darle más usos (como, por ejemplo, ir a trabajar), las furgonetas pequeñas te permitirán circular y aparcar más cómodamente. Además, el gasto de combustible es mucho más bajo que en una gran volumen (aproximadamente, entre dos o cuatro litros menos por cada cien kilómetros). Las furgonetas que más se suelen usar en estos casos son Volkswagen T3, T4, T5, T6, Mercedes Benz Vito, Renault Trafic, o sus homólogas de Nissan y Opel.

¿Vas a camperizarla tú?

El segundo paso es decidir si quieres que la furgoneta venga totalmente camperizada, como la California de Volkswagen o la Marco Polo de Mercedes, o si quieres equiparla tú mismo. Lo más habitual es elegir una furgoneta salvaje para ir modificándola al gusto. Pero, si eres nuevo en la materia, quizá te resulte más sencillo optar por las que vienen ya preparadas por el concesionario, ya que, además de ser muy funcionales, disponen de todas las homologaciones pertinentes.

Si prefieres hacerlo tú mismo, ten en cuenta que las modificaciones que realices deben cumplir con unos requisitos y homologaciones en función de la reforma. Puedes crear tu diseño y pedir que te lo hagan en un taller especializado para evitar problemas.

¿Qué debe tener la camper?

En este aspecto, todo depende del uso que vayas a hacer de ella y de tus gustos personales. Para acertar es importante tener en cuenta lo siguiente:

  • Tipo de viajes que vas a realizar: ¿viajes largos o cortos? ¿Sólo en verano o durante todo el año?
  • Ocupantes de la furgoneta: calcula el número de personas, si hay niños, mascotas, etc.
  • Necesidades concretas: cocina (en el caso de que prefieras hacer tú mismo la comida en lugar de ir a restaurantes), agua caliente.
  • Deportes o aficiones: debes contar con espacio para llevar el equipo que necesites (bicis, material de surf, escalada…).

Busca asesoramiento experto

Aunque vayas a comprar tu camper de segunda mano, es importante que visites el concesionario de la marca elegida y pidas presupuesto, ya que todo depende mucho del tipo de viajes que hagas en tu caravana. Esto te ayudará a conocer todas sus prestaciones, saber si estás haciendo una buena compra e, incluso, dar con un modelo de kilómetro cero que tenga muy buenas condiciones.

Aprovecha para comprobar el funcionamiento de todo el equipamiento. Puede que haya algo que no sepas ponerlo en marcha tú solo.

¿Comprar una camper de segunda mano?

https://bit.ly/2TwhDw9

Este tipo de furgonetas no son precisamente baratas (aunque las alegrías que dan compensan todos los esfuerzos), por lo que antes de elegir, hay que definir muy bien el presupuesto con el que se cuenta.

    En ese presupuesto hay que incluir, también, la parte que se va a destinar en la personalización (en el caso de que seas tú el que va a camperizarla). Esto es lo que hace que muchos opten por comprar una camper de segunda mano, ya que así el margen económico para acometer las posteriores mejoras se amplía.

    Si optas por una de segunda mano, no está de más que solicites en Tráfico un documento que acredite que el vehículo está libre de cargas y que el vendedor es, efectivamente, el propietario o el encargado de hacerlo.